Vive el Presente


 Siempre hemos creído que avanzamos desde el pasado hacia el futuro, pero la realidad es que siempre estamos en el presente. Vivimos un eterno presente. Siempre es aquí y ahora para nosotros. No debemos perder nuestro tiempo en llorar el pasado ni en llorar el porvenir, la vida es ahora. El pasado ya pasó, no se puede modificar, y cuando pensamos en él, lo hacemos desde el presente. El futuro dependerá de cómo construyamos nuestro presente y cuando pensemos en él, también lo haremos desde el momento presente.

 El momento presente es lo único que tenemos, no ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. Cuánto más piensas en el tiempo, pasado y futuro, más pierdes el ahora. Sal de esa dimensión temporal lo más posible en tu vida cotidiana retira la atención que le prestas al pasado y al futuro cuando no sean necesarios, nuestros pensamientos son el presente y esa es nuestra libertad. Para vivir en el presente hay que prestarle más atención a lo que hacemos que a lo que nos rodea, disfrutar de tu vida en este mundo en este momento.

 Si estas identificado con tu mente, vives atrapado en el tiempo, tu existencia se basará en el recuerdo y la anticipación de tus actos. Solo cuando somos conscientes de esto es cuando empezamos a sintonizar correctamente con la vida. Mantente como observador de tu mente, de tus pensamientos y emociones, así como de tus reacciones a las diversas situaciones.

Si nos observamos bien a nosotros mismos, nos daremos cuenta de que vivimos como robots, de que nos pasamos la mayor parte del día sin tener conciencia de nosotros mismos y de que, por tanto, no vivimos el presente. Pasamos soñando despiertos la mayor parte de nuestra vida, soñamos fantasías y recuerdos que nos alejan del presente.
“Lo que causa tensión es estar aquí queriendo estar allí”          
                                                                      Eckhart Tolle


 Debemos ser nosotros los que controlemos nuestra mente y no ella a nosotros ya que ésta nos intentará alejar del ahora siempre que pueda. El pensamiento sirve para profundizar en nosotros mismos y en la realidad, pero en ningún caso debería paralizar o sustituir lo que hacemos. No te preocupes ni pienses en el fruto de lo que haces, mantente atento a la acción misma, el fruto ya vendrá cuando corresponda. Si no estás totalmente presente, no disfrutarás los momentos esenciales en tu vida, verás pero no verás y oirás pero no oirás.
                   “Soy simplemente lo que soy… Vivo el presente”           
                                                                   Henry D. Thoreau


 Evita todo lo posible el pensamiento inútil y compulsivo, no te apegues a ninguna imagen visual y dirige tu atención dentro de ti (al ahora). Notarás un cambio asombroso, la negatividad ya no se adueñará de ti y no te afectará. Lo único que tienes que hacer es aceptar plenamente este momento. Cuando estás plenamente presente, el pasado y el futuro ya no tiene ningún poder y la sensación de paz y alegría es inmensa.
 
 En definitiva, el ser humano que no se recuerda así mismo se convierte en una máquina, en un ser que no puede detener el flujo de sus pensamientos y no puede controlar su imaginación, sus emociones o su atención. Su vida no es más que un sueño. Así que recuerda: cuando sientas surgir la negatividad en tu interior… ¡Despierta!, sal de tu mente y abre los brazos al momento presente.


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